Del
uso de Twitter y del aprendizaje
Lo dije en un tweet, lo
repito en mi vida y lo vuelvo a reiterar en la primera entrada de este, mi
nuevo blog: Aprender es una iniciativa personal que no requiere ningún tipo de
tutoría.
Tal vez sea la idea más
llamativa que encontré en una de mis nuevas clases. Por supuesto que ya lo
había pensado mucho antes, solo que no había encontrado cómo fundamentar mi planteamiento.
A través del tiempo nos han explicado que la escuela, los tutores y el
seguimiento a nuestro proceso de aprendizaje son primordiales para nuestro
progreso educativo. Sí. Son importantes, pero no son fundamentales.
La era en la que nos
encontramos llena de avances técnicos y tecnológicos en la comunicación nos ha
permitido estar al alcance de la información a un click de distancia. Sin embargo,
las herramientas ofrecidas a esta nueva generación (la mía) no han sido
aprovechadas por todos; bien sea porque no cuentan con ellas aún, o porque no
saben cómo utilizarlas; pero la peor de las razones es la más común: saber cómo
utilizarlas y desperdiciar esas herramientas.
No digo que la
procastinación (término de uso diario de mi generación) sea mala. Yo la
practico. La practico a diario. Solo digo que ahora tenemos la oportunidad de
aprender y conocer mucho más por tener herramientas que no tuvieron nuestros
padres y que desearon en algún momento de sus vidas tener. Y estamos desperdiciando
esas herramientas.
No es necesario que un
tutor esté detrás de nosotros todo el tiempo para corregirnos. No es necesario
que las entidades educativas, dígase escuela, dígase universidad, nos estén
presionando con trabajos y tareas para que nosotros investiguemos. Tenemos la
llave para abrir la puerta del conocimiento pero muchas veces no utilizamos esa
llave. Para ponerlo en otras palabras: estamos dotados con el don de la comprensión
de estas nuevas tecnologías, don que no tienen pero quisieran tener generaciones
anteriores a la nuestra, y en muchos casos no hemos querido explotar ese don
para sacarle el mayor provecho.
Recientemente vi en
YouTube un video que se titulaba “Los secretos de Twitter”, un congreso sobre
las nuevas tecnologías dirigido por Andy García.
El tipo comenzó mal. Comenzó
citando el famoso “Ola k ase?” (oh maldita generación, ojalá Dios, el Papa y la
RAE nos perdonen por destruir la lengua). Odio esta frase. Pero le encontré
rápidamente el sentido a lo que pretendía comunicar Andy. Esta popular ingeniosidad
de alguien que seguramente no cursó bachillerato, es solo conocida por quienes
manejan las redes sociales. Si hoy le mandara a mi mamá un mensaje que diga “ola k ase?” seguramente
ella me diría que perdió toda la plata que invirtió en mi educación o que caí
en un retraso mental. Pero es precisamente por eso, ella no entiende cómo
manejar Twitter, yo sí.
Mientras Andy me iba explicando
lo que para mí es obvio (el hashtag, el TT el RT) me fui dando cuenta de lo que
es más obvio aún. Me fue fácil entender entonces la importancia que ha
adquirido este tipo de redes en el mundo: para un comunicador (y para todas las
profesiones realmente) es fundamental mantenerse enterado de qué es lo que pasa
en el mundo y qué es lo que pasa con sus habitantes. Toda esa información se
mantiene deambulando por ahí, en la red, en el Twitter. Y soy un privilegiado
de poder saber cómo encontrar y manejar esa información.
Debo decirlo, los otros
56 minutos en los que duró hablando Andy fueron desesperantes para mí. Me sentí
retrasado. Ese congreso fue una forma de enseñarles a personas que no tienen
idea alguna de cómo manejar las herramientas de ahora. Pero yo soy alguien del
siglo XXI; nací privilegiado con internet y el dios Google me protege de todo. Si
compro un celular/televisor/computador a los 10 minutos ya sé cómo manejarlo. Para
mí es muy fácil entender las nuevas tecnologías porque soy un nativo digital. Y
Andy por alrededor de una hora me estaba explicando cosas que yo ya sabía;
cosas que aprendí por mi cuenta ya que no tuve un tutor que me enseñara a usar
Facebook o Twitter.
Para dar por finalizado
esto y no extenderme más sobre los mismo puedo decir que las nuevas
generaciones, nosotros los nativos digitales, necesitamos usar con mayor
regularidad las herramientas que nos fueron dadas. Todo lo que podemos sacar de
ahí es increíble no solo para nuestras vidas profesionales sino que también nos
servirá para nuestras vidas cotidianas. Des-encapsular todo ese conocimiento que
se encuentra al alcance de nosotros nos aportará un sinfín de recursos que
explotará dotes como la creatividad, la innovación y el pensamiento. ¡Imagínense
lo que podemos hacer solo con estas tres cosas! Todo es cuestión de aprendizaje
y todo parte de una iniciativa personal.
Puntos a tratar sobre
Twitter
Entre tanta aburrición que
me iba generando el que Andy me explicara cosas que ya sabía pude encontrar
ciertos aspectos sobre Twitter que quiero destacar antes de despedirme:
-Si van a mantener su
cuenta protegida de los demás ¿para qué meterse a una red social en la que se
comparten cosas con otros? ¡Se van a quedar atrapados en el mismo círculo
social de siempre y no van a aprender nada nuevo! Lo interesante que le he
podido encontrar a Twitter en los años en que lo llevo utilizando es que hay
una gran variedad de pensamientos que me pueden aportar algo y que el mío le
puede aportar algo a los demás (así sea a no pensar como yo). Si pudiera
estipular los mandamientos sagrados del Twitter entre uno de ellos estaría: No
debo ser cerrado de mente, debo admitir otros puntos de vista y compartir mis
opiniones con los demás.
-Las nuevas tecnologías
han creado nuevos lenguajes: entre tanto hashtag, RT, TT, follow me follow
back, resulta fácil perderse, pero no es difícil aprender, todo parte de la
iniciativa personal por hacerlo y se conjuga con la práctica día a día.
-Se han creado una gran
variedad de aplicaciones que nos pueden ayudar a utilizar herramientas como
Twitter de una mejor manera: podemos ver tweets bastante viejos, saber de qué
se habla en zonas específicas, copiar una gran cantidad de tweets a un documento
en PDF, linkear nuestras webs con Twitter, etc. Aprender a manejar estas
aplicaciones no es tan difícil y pueden convertirse en una valiosa herramienta
para nuestros fines.
-Así como puede ser
vista como una valiosa herramienta también puede ser vista como una peligrosa
arma (y una de doble filo). Así como tenemos la oportunidad de compartir
nuestro pensamiento es importante pensar antes de que publiquemos. Un solo
tweet puede desencadenar en una ola de repercusiones sobre un tema. Casos se
han visto en el que por publicar cosas antes de pensar en las repercusiones que
podemos causar con esas publicaciones las cosas no terminan bien.
-Como todo en la era
del capitalismo Twitter es una gran empresa. Se puede desde ganar dinero hasta
pagar con tweets en la modalidad Pay with tweets (esa sí no me la sabía). Ese método
de propaganda me pareció bastante curioso y de ese tipo de marketing se pueden
sacar cosas interesantes.
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